La primavera, la estación de las flores y de mayor producción de alimentos, es también el tiempo de la mayor actividad de la cría. También el número de colonias debe multiplicarse.

Una nueva colonia exige una nueva reina, y solamente cuando ésta exista puede formarse otra población, fenómeno que se realiza mediante la denominada enjambrazón.

La preparación del proceso ocurre silenciosamente. A partir del mes de febrero, preparan las obreras algunas realeras y cuidan en ellas a las larvas de manera adecuada para la aparición de nuevas reinas, proporcionándoles como alimento jalea real.

Una vez nacen las nuevas reinas, se produce la enjambrazón debido a que solo puede haber una reina en la colmena. La iniciativa, según investigaciones, parte de las obreras. Unos días antes de que esto ocurra, la actividad decrece en el interior de la colmena. Si se trata de una colonia fuerte y numerosa, se reúnen las obreras en grandes grupos ante la piquera o entrada de la colmena: agrupan algunos machos, y, como obedeciendo a una decisión común, se introducen en los panales, y llenan de miel sus estómagos.

No todas las obreras se comportan así: sólo la mitad de la población, se entrega a tales preparativos.